Acoso laboral: síntomas, causas, tipos, consecuencias

El mobbing, acoso laboral u hostigamiento laboral es un conjunto de acciones que se caracteriza por la agresión física o verbal continuada hacia una persona por parte de un individuo o grupo, dentro del entorno de trabajo. La víctima sufre violencia psicológica no justificada, que se produce mediante formas de actuar hostiles y negativas y que puede llegar a provocar consecuencias muy graves.

El mobbing puede producirse entre iguales (lo que se conoce como «acoso horizontal»), por parte de personas externas al ambiente de trabajo, por subalternos («acoso vertical hacia arriba») o por parte de superiores. Este último tipo se conoce en inglés como bossing. Sin importar quién sea el agresor, la violencia física o mental tiene que producirse de forma continuada para que pueda considerarse que está ocurriendo acoso laboral.

Cada situación de mobbing es distinta, y por lo tanto pueden existir numerosas causas que provocan que aparezca este fenómeno. En algunos casos el motivo tiene que ver con la necesidad de los acosadores de sentirse superiores, o con el hecho de que se sienten intimidados por la víctima. En otros, la razón es el deseo por parte de los agresores de que el afectado abandone su puesto de trabajo.

Se considera que entre el 10 y el 15% de los trabajadores activos sufren acoso laboral. Las consecuencias de este fenómeno pueden llegar a ser muy graves, partiendo de problemas como el estrés hasta llegar a otros mucho más serios como la depresión, la ansiedad o incluso el suicidio.

Síntomas de acoso laboral

Para poder prevenir el acoso laboral o eliminarlo si ya se está produciendo, lo primero que es necesario es ser capaz de identificarlo cuando ocurre. A continuación veremos algunos de los síntomas más habituales del mobbing.

Aparición de agresiones verbales

La mayoría de las veces, el primer indicio de que se puede estar produciendo mobbing es la aparición de conductas de agresión verbal hacia la persona afectada. Normalmente, los acosadores utilizan tonos de voz elevados o intimidatorios para hablar con sus víctimas, generalmente con el objeto de intimidarlas.

Por otro lado, en casos más graves la persona que está sufriendo mobbing puede también ser objeto de insultos, sarcasmo, o comentarios destinados a minar su autoestima. En algunas ocasiones, también pueden producirse actos sexistas destinados a hacer sentir incómoda a la persona.

Falta de atención hacia la víctima

Uno de los síntomas del mobbing más complicados de detectar en muchas ocasiones es la falta de atención hacia el afectado. Las víctimas de acoso laboral pueden encontrarse con que sus sugerencias, proyectos, iniciativas e ideas son ignorados por parte de sus compañeros y de sus jefes. Por otro lado, sus peticiones de ayuda o de feedback no suelen encontrar respuesta.

El problema es que cuando aparece este síntoma, la persona puede no estar segura de si se lo está imaginando o si se trata de una situación real. La mayoría de las veces los acosadores tendrán excusas convincentes con las que explicar por qué no han prestado tanta atención como deberían a las peticiones de los acosados.

Exclusión

Otro de los síntomas más comunes que ocurren entre las víctimas de mobbing es la exclusión social. En una situación de acoso laboral, los afectados a menudo dicen sentirse desplazados del círculo social que se genera dentro de la empresa. Este problema puede tomar muchas formas diferentes.

Por ejemplo, en muchas ocasiones los acosadores excluyen a la víctima dejándola fuera de emails grupales, evitando invitarla a reuniones de trabajo importantes, o simplemente negándose a relacionarse con ella tanto dentro como fuera del entorno laboral. Esto puede hacerse de formas más o menos abiertas: mientras que a veces los agresores pondrán todo tipo de excusas, otras veces lo harán de manera explícita.

Creación de rumores sobre la víctima

Diferentes investigaciones sobre el mobbing han demostrado que la creación de rumores malintencionados sobre las víctimas es una de las prácticas más comunes dentro del acoso laboral. Muchas veces, estos rumores son totalmente ficticios, pero aun así provocan daños al minar la autoestima de quien los sufre.

En las ocasiones más peligrosas, sin embargo, los rumores pueden estar basados en información personal real de la víctima. En general, la información difundida no tiene nada que ver con el entorno de trabajo del acosado ni con sus habilidades en el mismo, sino que se trata de datos personales que tienen el objetivo de avergonzarle al ser revelados.

Agresión física

En casos muy extremos, el mobbing puede ir escalando poco a poco hasta acabar desembocando en un conflicto en toda regla, en el que se producen agresiones físicas. Por suerte, generalmente no se suele llegar a esta situación, ya que la mayoría de acosadores saben que podrán sufrir consecuencias legales de llegar a actuar de esta forma.

Sin embargo, en ocasiones en las que el odio hacia la víctima está muy marcado, o la persona tiene motivos para pensar que no va a sufrir ningún tipo de consecuencia negativa, es posible que se produzcan agresiones físicas más o menos serias.

Causas

No existe una única causa que pueda explicar todos los casos de mobbing. Cada situación se producirá por motivos distintos. Sin embargo, en general el acoso laboral tiene una serie de características que permiten distinguirlo de otros fenómenos relacionados.

En esta sección veremos algunos de los motivos más comunes que dan los agresores para acosar a sus víctimas en un entorno de trabajo.

Celos profesionales

Según los investigadores, uno de los motivos más habituales para la aparición de mobbing es la envidia hacia la víctima. Cuando esto ocurre, la causa es que el acosado es muy competente en su trabajo, y los agresores consideran que es más productivo, habilidoso o atractivo que ellos.

En las ocasiones en las que esta es la causa principal, el acosador puede intentar reclutar a sus compañeros para intentar disminuir la eficacia de la víctima en su trabajo, o bien para conseguir que esta sea despedida o abandone su puesto por voluntad propia.

Mantenimiento del status quo

Cuando un empleado excede habitualmente lo que se espera de él, y trabaja más de lo que es necesario, sus compañeros pueden preocuparse por la posibilidad de que el jefe se de cuenta de esto y empiece a exigirles aumentar su propia productividad para alcanzar su mismo nivel.

En ocasiones, para prevenir esta posibilidad los compañeros del trabajador pueden aliarse para hacerle la vida imposible. De esta manera, su intención es conseguir o bien que su productividad disminuya, o bien que acabe abandonando su puesto de trabajo.

Librarse de trabajadores difíciles

A pesar de que las dos razones anteriores estaban relacionadas con la envidia o con el deseo de eliminar a competidores potentes, lo cierto es que en muchas ocasiones el mobbing se debe a todo lo contrario. Cuando un trabajador genera muchos problemas, evita hacer su trabajo o crea un ambiente desagradable en la empresa, es posible que sus compañeros decidan hacerle la vida imposible.

Algunas investigaciones indican que los trabajadores que mayor probabilidad tienen de ser acosados son aquellos que no pueden ser despedidos por alguna razón, pero que aún así generan dificultades a sus compañeros o jefes. Esto normalmente ocurre en grandes empresas o en entidades públicas, aunque también puede pasar en un pequeño negocio.
Acabar con «soplones»

En ocasiones, un trabajador puede decidir informar a las autoridades o a sus superiores de las malas prácticas que llevan a cabo sus compañeros. Cuando esto ocurre, normalmente la persona lo hace en secreto; pero si los demás le descubren, es muy habitual que se produzcan situaciones de acoso laboral.

En estos casos, el principal motivo suele ser la venganza; aunque aquellos acosadores más racionales pueden decidir hacerle la vida imposible al «soplón» para evitar que vuelva a filtrar información incómoda sobre ellos.

Razones personales

Algunas personas, por diversos motivos, tienen una personalidad que les hace más propensas a acosar a otros. A veces, el mobbing se debe simplemente a la presencia de uno de estos individuos, que puede decidir atacar a sus compañeros simplemente por placer.

Cuando esto ocurre, es muy habitual que otras personas pertenecientes al mismo entorno laboral que tengan rasgos parecidos se unan al acoso.

Tipos

Básicamente, existen tres tipos de acoso laboral:

Acoso laboral descendente

Es el tipo de mobbing más frecuente. Se da cuando uno o varios jefes acosan a un trabajador de nivel jerárquico inferior.

Este tipo de acoso puede tener un fin estratégico (se pretende que el acosado renuncie para no tener que pagar la indemnización correspondiente a un despido); puede ser utilizado como un instrumento de gestión (se acosa a todo el personal por miedo a perder el control) o puede tratarse de un acoso perverso, es decir, sin otra finalidad que hacer sentir mal a la otra persona.

Acoso laboral ascendente

Sucede cuando un trabajador con un cierto nivel jerárquico es acosado por uno o varios de sus subordinados.
Generalmente sucede cuando los acosadores no aceptan a la persona que se desempeña como su jefe, especialmente si es nuevo en el cargo. El fenómeno también puede aparecer como reacción ante un jefe autoritario, arrogante, caprichoso o incapaz de tomar decisiones imparciales.

Este es el tipo de acoso menos frecuente, representando entre un 2,5% y un 9% de todos los casos de mobbing.

Acoso laboral horizontal

Se da cuando un trabajado es acosado por uno o varios de sus compañeros de trabajo, los cuales se encuentran en su mismo nivel jerárquico.

Las causas que provocan este tipo de acoso pueden ser variadas: enemistades personales, atacar a la persona que es más débil o que es diferente (discriminación por su género, religión, orientación sexual, ideologías, etc.) o simplemente utilizar a esta persona como chivo expiatorio de todo lo malo que sucede.

También es muy posible que los sentimientos de envidia hacia la víctima sean los que dan origen al acoso, con la finalidad de humillar o minimizarla, por miedo a perder el propio puesto de trabajo o de que las cualidades del acosado puedan opacar las del acosador, quien en realidad puede tener un sentimiento de inferioridad o insatisfacción personal.

Consecuencias

El mobbing es un problema muy serio, y puede generar todo tipo de efectos negativos sobre la víctima, los trabajadores que lo observan y la propia empresa. A continuación veremos cuáles son las principales consecuencias para cada uno de ellos.

Efectos sobre las víctimas

Como es esperable, las personas que sufren directamente el mobbing son aquellas en las que las consecuencias negativas son más severas. Las víctimas suelen padecer problemas tanto físicos como psicológicos, que pueden abarcar desde simples dolores de cabeza hasta depresión, baja autoestima, ansiedad o incluso intentos de suicidio.

A nivel laboral, la persona afectada normalmente empieza a rendir menos en su trabajo. Esto, además de empeorar aún más la autoestima de la víctima, puede provocar que acabe siendo despedida; y que sus probabilidades de encontrar un nuevo trabajo se vuelvan aún más bajas.

Efectos sobre los compañeros

Cuando el mobbing se da durante un periodo de tiempo prolongado y los responsables de la empresa no hacen nada para pararlo, el resto de los compañeros también pueden empezar a sufrir algunas consecuencias negativas. Todas ellas están relacionadas con el ambiente que se crea en el entorno de trabajo, que irá empeorando a medida que pasen los días sin una solución.

El principal problema que pueden sufrir los compañeros es el miedo. Algunos de ellos pueden empezar a preocuparse por acabar convirtiéndose en las próximas víctimas, lo que les provocará ansiedad y evitará que puedan rendir de la mejor manera en su trabajo. Los más afectados o los que tengan más opciones podrían incluso abandonar su puesto y buscar un nuevo empleo en otro sitio.

Efectos sobre la empresa

Las compañías en las que el mobbing se da de forma habitual también sufren consecuencias negativas a largo plazo. Como ya hemos visto, algunos de sus mejores empleados pueden acabar yéndose a otra empresa, por lo que la calidad del trabajo tiende a disminuir bastante.

Por otro lado, en ocasiones muy extremas es posible que la compañía tenga que enfrentarse a un juicio por parte del trabajador que ha sufrido el acoso, ya que es parte de la responsabilidad civil de la empresa asegurarse de que sus empleados estén seguros en su entorno de trabajo. Todo esto puede afectar de manera muy negativa a su reputación.

¿Qué hacer si estás sufriendo acoso laboral?

Es necesario poner una denuncia por acoso laboral si se observa un maltrato continuo y deliberado, que produce daños físicos y psíquicos. Para ello hemos indicado datos de interés en el siguiente apartado.

Antes de acudir a las administraciones públicas o a los juzgados, la víctima del acoso puede intentar hablar el problema con otras personas y buscar una solución. Por ejemplo:

  • Comunicarlo al Comité de Empresa, sindicato, asociación de trabajadores o área de recursos humanos. Si en la empresa cuentan con una de estas organizaciones, puedes ponerlo en conocimiento de estas para que tomen las medidas necesarias. Generalmente estas organizaciones tienen un procedimiento para la prevención y el tratamiento del acoso laboral.

Si así no fuera, igualmente pueden servirte de apoyo y consejo para afrontar la situación y tomar las decisiones correspondientes.

  • Acudir a los órganos directivos de la empresa. Cuando el acoso no provenga de las directivas de la empresa sino de mandos medios u otros compañeros de trabajo, puede ser útil comentar la situación con los órganos directivos. Estos órganos deben tener procedimientos para prevenir riesgos laborales y actuar cuando estos se presenten. Si hay una relación de confianza, puedes acudir a ellos, ya que la empresa tiene la obligación de combatir el acoso.
  • Acudir a instituciones públicas. Cuando las anteriores medidas resultan insuficientes o no son aplicables a tu caso, el siguiente paso será acudir a las autoridades públicas para buscar protección.

Se puede establecer una denuncia por acoso laboral ante las administraciones públicas para que tomen las medidas pertinentes, y si es el caso impongan sanciones. También se puede acudir a la vía judicial si consideras que el acoso es tan grave que puede constituir un delito.

La vía judicial también será necesaria si se quiere romper la relación laboral. Al igual que si se prefiere pedir una indemnización por los perjuicios morales que el acoso laboral ha provocado.

Antes de presentar la denuncia por acoso laboral

Mantener la calma

Es muy importante que la víctima de acoso laboral intente mantener la calma y no reaccionar con violencia. No debe caer en provocaciones que den más poder a su acosador o que le hagan cometer un acto por el que se le pueda despedir.

No mantenerlo en secreto

El acoso no debe mantenerse en secreto. La víctima debe tratar que se haga explícito para que todos se den cuenta. Se aconseja entonces hablar con el acosador delante de otras personas, buscar aliados y apoyo psicológico.

Pruebas

Es fundamental que la víctima consiga todas las pruebas posibles del acoso antes de poner la denuncia por acoso laboral. Debe tomarse muy en serio este punto y ser muy riguroso en la recopilación de las pruebas. De esto depende el éxito de la denuncia y el logro de la protección de los derechos.

Otros

  • Debe comunicarse la situación a compañeros del trabajo, sindicatos u otros organismos. El objetivo de esto es conseguir testigos del acoso.
  • Guardar todas las pruebas documentales del acoso, como correos electrónicos, órdenes de trabajo, circulares, notas, etc.
  • Pueden grabarse conversaciones (presenciales o telefónicas) que sean estrictamente laborales y en las que participe el trabajador. En estos casos debe tenerse en cuenta que no puede violarse el derecho a la intimidad de la persona que participa en la grabación, por lo que se debe ser muy cauteloso. Esto es así en la mayoría de los países, aunque en algunos este tipo de prueba puede estar prohibida por la Ley.
  • Pueden tomarse fotografías o vídeos de los hechos. Por ejemplo, del lugar del trabajo si hubo un cambio en el que se denigren las condiciones del trabajador, u otras circunstancias que puedan ser relevantes.

Denunciar ante las administraciones públicas

Generalmente los Ministerios cuentan con organismos competentes para iniciar un procedimiento contra la empresa en la que se produzca el acoso laboral. Estos procedimientos buscan que la empresa tome las medidas necesarias para que finalice el acoso y se proteja al trabajador. Además, pueden imponer sanciones al empresario que permita el acoso por acción u omisión.

A continuación, se describe la situación en algunos países. Sin embargo, normalmente estas denuncias se hacen a través de las inspecciones de trabajo de los Ministerios de Empleo o de Trabajo:

México

Según la Ley Federal del Trabajo, está prohibido al patrón “realizar actos de hostigamiento y/o acoso sexual contra cualquier persona en el lugar de trabajo”. Esto se considera una causa de recisión (finalización) del contrato del trabajo sin responsabilidad para el trabajador.

Autor: Alejandro Rodriguez Puerta