Telecapacitación: catalizadora del mundo digital

Aunque hoy el panorama parece un poco irregular, podemos estar seguros de que la forma en que enfrentemos la virtualización del trabajo, organizaciones y la educación, determinarán qué tan preparados estaremos como sociedad para el mundo que nos espera al término de esta pandemia.

La crisis sanitaria ha provocado un decidido impulso en el aprendizaje digital y la capacitación en línea. Incluso antes de la pandemia, el mercado de la educación online presentaba un crecimiento constante, que proyectaba una inversión global de US$350 billones hacia el 2025, según Research and Markets. El contexto país, inevitablemente, nos hace reflexionar en torno a esta materia y plantea un gran desafío: ¿qué hacer para que todos tengan acceso a mecanismos de formación remota y nadie quede fuera de la era digital?

Las aptitudes digitales hoy más que nunca son esenciales a la hora de encontrar trabajo o mantenerse vigente. De hecho, hace algún tiempo se empezó a hablar de los “knowmads” o nómadas del conocimiento. Este concepto hace referencia a las personas que mejor encajan en un mundo laboral, totalmente dinámico y cada vez más digitalizado. Pero hay que ser claro, no se trata de una generación o profesión particular, sino que se vincula a la capacidad de adaptarse a los desafíos de la era hiperconectada.

En ese sentido, como compañía hemos impulsado una alianza con el Sence para poner a disposición de manera gratuita y mediante cursos en línea, el acceso a herramientas digitales. Y el balance es positivo: sólo entre marzo y abril de este año, hubo cerca de 80 mil inscripciones, confirmando el interés de las personas por potenciar sus habilidades.

Un impulso similar ha experimentado la teleeducación, la que ha debido pasar por varias etapas para empezar a asentarse en los establecimientos, luego de que la irrupción de la pandemia dejara en evidencia la importancia de instruir a los docentes, padres y estudiantes en el aprendizaje a distancia. Si bien en un principio la experiencia del usuario fue mayoritariamente precaria -debido a falta de infraestructura y casi nula preparación- es probable que como país salgamos de la crisis con un modelo educativo híbrido, donde la integración de la tecnología sea un componente esencial en la educación formal.

Y las organizaciones no son inmunes a este contexto. Sin duda, la capacitación y el desarrollo de nuevas habilidades en el entorno digital cada vez resultan de mayor relevancia para empresas de todo tamaño, sobre todo para aquellas en las que la virtualidad es un territorio que se empezó a explorar con la crisis sanitaria. Hoy tienen la oportunidad de entrar en la era del “Smart Working”, en que contar con las herramientas digitales les permitirá maximizar recursos, mejorar sus niveles de flexibilidad y productividad.

Aunque hoy el panorama parece un poco irregular, podemos estar seguros de que la forma en que enfrentemos la virtualización del trabajo, organizaciones y la educación, determinarán qué tan preparados estaremos como sociedad para el mundo que nos espera al término de esta pandemia.

Francisco Guzmán, El autor es director de Claro Empresas

Fuente: www.latercera.cl